Kiruna, parte 1

Pues hace un semana por fin pude cumplir una de las cosas que quería hacer mientras estuviese aquí, el viaje al Círculo Polar.

Un mes antes estuve buscando información, el plan era ir a Kiruna, la ciudad más al norte de Suecia, e intentar hacer un tour con un trineo de perros o motos de nieve. En la web de Kiruna hay mucha información sobre actividades y alojamientos durante todo el año. El alojamiento más económico es el albergue Yellow House, pero estaba completo y no me terminaba de convencer, ya que prefería alquilar una cabaña. También miré en Camp Ripan, un camping con cabañas con muy buena pinta pero que se nos salía del presupuesto. Al final encontré la web de Camp Alta, sitio donde alquilan cabañas y puedes contratar diversas actividades, la única pega es que las cabañas están a unos 12km de Kiruna pero te recogen o te llevan a la estación de tren o al aeropuerto gratis. Total, que llamamos y reservamos una cabaña para 7 personas por 900SEK la noche (unos 95€), lo cuál está bastante bien, pero nos obligaban a contratar uno de los tours, así que contratamos el tour con motos de nieve con visita al Ice Hotel incluida por 1000SEK (106€) por persona.

Una vez resuelto el tema del alojamiento faltaba por resolver el tema de como llegar allí. ¿Tren o avión? El avión sólo tarda 2 horas y el tren, ¡16! En principio el tren era más económico, unos 90€ ida y vuelta, pero luego descubrimos que con las tarjetas de estudiante de aquí teníamos descuentos en FlyNordic y en SAS y el avión nos salía por el mismo precio que el tren, pero era demasiado tarde, los vuelos estaban completos para los días que queríamos, así que no nos quedaba más remedio que tragarnos las 16 horas de tren de ida y las 16 de vuelta. La pregunta era ¿Lo aguantaríamos?

El Jueves 7 a las 6 de la tarde ya estábamos todos listos en la estación con nuestras maletas: Daniel, Guillaume, Javi, Sara, Patricia, Yuri y un servidor. Tengo que decir que la noche anterior no había dormido nada debido a mis problemas de insomnio y a que me tuve que levantar a las 7 para ir a recoger a Javi, así que esperaba caer dormido en el tren en cualquier momento. Íbamos sentados 6 juntos en unos asientos con mesa y Yuri al otro lado del pasillo. Y ahí pasamos las 16 horas, hablando, comiendo, jugando a las cartas (con baraja española eeh), leyendo, durmiendo... Bueno, eso algunos, porque otros entre los que me incluyo no dormimos nada, yo por segunda noche consecutiva, creo que sólo dormí una hora ya por la mañana. Lo mejor fue, cuando se hizo de día, ir viendo todos los paisajes nevados, espectaculares.

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A las 10:30h de la mañana del Viernes llegamos a Kiruna, habíamos quedado en que nos iban a recoger en la estación... Pero allí no había nadie (bien empezamos). Por suerte me acordé de apuntarme el número del móvil, llamamos al tío y al rato vino un viejo, que no entendía nada de inglés, a recogernos con una furgoneta. Practicando nuestro poco sueco conseguimos aclararnos para que nos dejara una hora en el centro para ir al supermercado y al Systembolaget (of course). Luego nos llevó a la zona principal de las cabañas, para enseñarnos donde estaba la sauna y demás, el viejo hablaba, en sueco, y nosotros nos limitábamos a asentir sonrientes porque no entendíamos casi nada. Disponíamos de una sauna flotante encima del lago (helado) que funcionaba con leña y que teníamos que encender nosotros si queríamos utilizarla. También nos enseñó donde teníamos esquíes (gratis) por si nos apetecía hacer un poco de esquí de fondo por el lago. Finalmente nos llevó a conocer al tío que llevaba todo aquello y que nos volvió a explicar todo, esta vez en inglés, y nos llevó a nuestra cabaña que se encontraba en la otra punta del lago.

La cabaña muy bien, de madera, con tres habitaciones, cocina, baño, calefacción y una pequeña estufa de leña que encendimos nada más llegar (menudo calor hacía luego), mientras las chicas preparaban arroz con curry (luego nos tocaría a nosotros cocinar). Después de comer y antes de que se hiciera de noche, teníamos pensado hacer un poco de esquí de fondo, pero algunos estábamos tan cansados que era necesaria una siesta (una horita más de sueño).

Al final se nos hizo de noche y nos olvidamos del esquí de fondo, pero algo había que hacer, así que nos fuimos a la sauna. Teníamos que ir caminando por el lago siguiendo las marcas de las motos de nieve (salirte de esas marcas suponía andar con la nieve por la rodilla). Total, que anduvimos y anduvimos por el lago... Y no encontrábamos la dichosa sauna en medio de la oscuridad reinante. Decidimos ir a una casa que había en la orilla de lago, donde se veía luz, a preguntar. Una peazo casa... Claro, que no esperaban visita, y menos por la parte de atrás xD, y los primeros que salieron a recibirnos fueron tres perracos xD, menos mal que se limitaron a ladrar... La gente de la casa, muy amablemente (y con los perros ya controlados xD), nos indicaron que teníamos que seguir andando más, así que eso hicimos, pero esta vez por la carretera que iba por la orilla del lago. Y anduvimos y anduvimos... Y nada, que no llegábamos a ningún sitio, y como el frío se empezaba a notar (no sé a cuantos grados bajo cero estaríamos...), llamamos al tío para que nos recogiera, que estábamos perdidos xD. A los 10 minutos allí estaba y nos llevó a la sauna. ¿Cuál había sido nuestro error? Que creíamos que la sauna estaba a 200 metros y no, estaba a 2000 metros...

Más helados que una llave estábamos, así que una vez encendido el fuego de la sauna, allí nos quedamos con abrigos y todo esperando que se calentara, con forme iba subiendo la temperatura nos íbamos quitando ropa xD. Hasta que al final ya llegó a una temperatura adecuada, nos pusimos los bañadores, y disfrutamos de una relajante sauna y unas cervecitas. Aunque esto de las saunas de leña es un poco coñazo, porque a la vez que tienes que estar pendiente de ir echando agua para que suba la temperatura, tienes que estar pendiente de que el fuego no se apague... Durante todo el proceso Daniel y yo íbamos saliendo de vez en cuando a mirar al cielo, por si veíamos la Aurora Boreal, ya que estaba bastante despejado y había posibilidades.

Al rato de estar allí llegó otro grupo de gente a la sauna, otros Erasmus de Estocolmo que se alojaban en otra de las cabañas, entre los que había algunas españolas. Por suerte la sauna era bastante grande y allí cabíamos todos. Luego resulta que en la sauna había una trampilla que daba al agua de lago, y poniendo una escalerilla te podías meter. Llevábamos ya un rato que no sabíamos si meternos o no porque la temperatura de la sauna no era demasiado alta, entonces uno de los del otro grupo nos preguntó que si ya lo habíamos probado, que eso había que hacerlo el primer día sin falta... Y ahí que nos metimos, con un par xD, de uno en uno claro, era bajar rápidamente hasta que te cubría el agua y volver a subir, ufff xD, lo importante era no pensarlo, que yo más que en el frío pensaba en lo que podría haber debajo xD, que aquello se veía más negro... En fin, toda una experiencia. Tengo que decir que de las chicas solo se metió Yuri y sólo hasta la cintura :P. Y bueno, ya que estábamos, después de eso salimos corriendo y nos tiramos a la nieve... Que comparado con lo del agua, no fue nada.

A las 9:30 de la noche habíamos quedado con el tío para que nos llevara otra vez a la cabaña, y ya estábamos terminando de vestirnos cuando oímos que fuera alguien decía "Aurora!", salimos corriendo y allí estaba... ¡Impresionante!

Volvimos a la cabaña emocionados, habíamos tenido mucha suerte, entonces me tocó encargarme de la cena, con ayuda de Daniel, tocaba espaguetis, de los que tuve que hacer tres versiones para contentarlos a todos: unos normales con todos los condimentos, otros sin cebolla y otros sin carne... Después un rato jugando a las cartas y a dormir, que estábamos hechos polvo y habíamos quedado a las 9:30 de la mañana para la siguiente experiencia: ir al Ice Hotel en moto de nieve. Pero eso os lo cuento en la próxima entrada ;).